Para la realización de un proyecto de auscultación topográfica es imprescindible la elección tanto de la metodología cómo de los instrumentos óptimos. Si lo que se pretende es observar el posible movimiento de un terraplén, cómo por ejemplo un ramal de un acceso a la autovía, en primer lugar es necesario establecer la red de bases de replanteo. Su establecimiento se realiza siempre fuera del alcance de la zona que se pretende a observar. Estos puntos se suelen ubicar lo más lejos posible, aprovechando para su estabilización los elementos fijos cómo pueden ser las estructuras tipo puentes, paso inferiores ó pasos superiores.
En el siguiente paso se debe materializar la nube de puntos de control, que se va a observar. Lo más recomendable es uso de los clavos de acero con punta redondeada que se clavan en la propia calzada de tal manera para que no sobresalgan de la rasante y no produzcan daño a los neumáticos de lo vehículos que circulan por el tramo de carretera que se pretende observar.
Hay que establecer la frecuencia de la observación y lo principal es realizar una medición inicial que servirá para la comparación de los resultados obtenidos. Gracias a las diferentes lecturas se puede determinar la evolución de movimiento de cada uno de los puntos observados en un espacio de tiempo determinado y de esta manera predecir su comportamiento en un fututo y también analizar las diferentes razones de los movimientos detectados.