A partir de la obtención del modelo tridimensional (nube de puntos) de un edificio mediante instrumentación láser escáner, esta nube de puntos se modela mediante software de modelado, como puede ser el Autodesk Revit, y a partir de esta modelización del edificio en 3D, el modelado BIM se encarga de darle un valor añadido al modelo tridimensional y hacerlo inteligente, es decir, asociar información alfanumérica a cada geometría representada en el modelo.
Los modelos 3D han facilitado en gran medida la visualización y el análisis de los edificios en el ámbito de la arquitectura, permitiendo que tanto el diseñador como el usuario puedan explorar el modelo de manera virtual.
Actualmente lo que se persigue es implantar una nueva metodología más eficiente basada en un modelo de información 3D del edificio representado, que facilite la gestión inter-disciplinar y la transmisión de datos. Este procedimiento o metodología es internacionalmente conocido como metodología BIM.
Este sistema es capaz de reconstruir y elaborar una simulación virtual de un proyecto constructivo, donde se une el modelo virtual con los elementos paramétricos, y se controlan los procesos de diseño, construcción y operación de un proyecto constructivo durante sus distintas etapas de desarrollo.
La metodología BIM es de gran utilidad para la gestión eficiente de todos los procesos constructivos, desde el diseño del proyecto hasta la ejecución del mismo. Esta tecnología tiene presente la idea que un edificio se debe poder estudiar durante todo su ciclo de vida.
En cuanto a las posibles aplicaciones que nos aporta trabajar con nubes de nuntos en un entorno BIM, podemos nombrar alguna de ellas: intervención y/o estudio en el patrimonio histórico-cultural, levantamiento de edificios antiguos sin planimetría para su puesta en marcha y acondicionamiento; detección de deformaciones y patologías en edificios e instalaciones; proyectos de restauración, ampliación o remodelación de edificios; control del proceso constructivo de una obra, etc.